Con la aparición del espectacular Street Fighter IV a muchos se les dibujó una sonrisa en el rostro. No sólo por la calidad del producto, sinó sobretodo por el acierto de Capcom al redirigir el rumbo de la saga mirando atrás, recordando cual fue la auténtica gallina de los huevos de oro.
Street Fighter II: The World Warrior llegó a las máquinas recreativas japonesas en marzo de 1991 con el objetivo de retomar el intento de Capcom para afianzarse en el aquel entonces emergente género del one versus one.
Cinco años después de la primera entrega de la serie, los diseñadores Akira Yasuda y Akira Nishitani ultimaban los detalles de este videojuego en el que, por primera vez, los luchadores tenían una historia propia y una motivación para batirse en combate.
Ryu, japonés especialista en artes marciales, y su compañero de escuela de origen estadounidense, Ken, encabezan un listado de ocho personajes de distintas nacionalidades.
Buenos o malos, lo importante a la hora de seleccionar un personaje con el que combatir son sus habilidades como luchador que dependen, y mucho, de la propia habilidad del jugador. La gran creación de Capcom supuso un antes y un después también en términos de jugabilidad al poner a disposición de los jugadores seis botones y un joystick con ocho movimientos para manejar a los personajes, con una precisión nunca vista hasta la fecha.
Evidentemente, Street Fighter II no tardó en dar el salto a las consolas. La primera afortunada fue Super Nintendo. SF2 vendió más de seis millones de copias para la consola de la Gran N. Después, y casi por aclamación popular, Capcom accedió a crear una versión para Megadrive de SEGA. Con la llegada al mercado de las consolas se desató la locura. Salieron versiones y versiones de mismo videojuego, con escasas mejoras, pero con igual éxito de ventas.
Más adelante, la saga empezó entrar en la inevitable fase de decadencia. Street Fighter III era un videojuego de incontestable calidad, pero para nada rompedor. La versiones poligonales de la saga tampoco suponieron un auténtico punto de inflexión.
Afortunadamente, con Street Fighter IV, Capcom rescató la saga y la puso de nuevo en el pedestal que se merece, el del mejor one versus one de la historia.